Hacía mucho que no hablaba sobre lactancia, más en concreto sobre la nuestra, esta es la Semana Mundial de la Lactancia y casualmente la peque ya se ha destetado, ella solita y de forma gradual ha llegado al fin de la lactancia; algo que ya iba viendo venir este último año,y es que más de cuatro años de lactancia nos han dado para contar muchas cosas, pensaba que me iba a dar pena pero ha sido tan poco a poco que me he ido haciendo a la idea de que tocaba ya su fin, las dos hemos sido felices todo este tiempo y es con lo que me quedo para siempre.

Cuando tenía tres años ya os conté que la había destetado por la noche porque yo estaba agotada literalmente, tanto física como mentalmente, y durante este año dejó la toma para dormir al meterse a la cama,leíamos cuento y se quedaba dormida sin necesidad de ponerse a la teta,ella sola se fue olvidando de hacer su toma para dormir, sobre todo creo que el dormir sola sin ayuda ha sido madurativo,  aunque siempre se duerma a nuestro lado.

Así que después de todo esto, solo pedía su teta cuando se despertaba, una única toma al día de la que a veces se olvidaba sobre todo el fin de semana cuando nos despertábamos juntos los tres; y ya viendo esto me iba imaginado que se iba a terminar pronto esta única toma y así ha sido este mes, llevamos ya unas semanas en las que no me pide al levantarse,así que aunque me pida puntualmente algún día, creo que la lactancia ha llegado a su fin de forma natural.

Si me hubieran dicho cuando estaba embarazada que iba a tener una lactancia de cuatro años me habría reído hasta decir basta, tenía la idea de dar el pecho pero solo unos meses… los inicios fueron difíciles como suele ser habitual pero no quise tirar la toalla, incluso me dieron suplemento de leche artificial en el hospital con una jeringa porque al principio no cogía peso pero esto fueron dos días, enseguida se agarro y se puso bien gordita con el paso de los meses.

La lactancia no es un camino de rosas, grietas, mastitis, perlas de leche, dormir poco, de cansancio y muchas críticas según va pasando el tiempo y el que toma teta ya no es tan bebe pero desde luego no lo cambio por nada y me quedan unos recuerdos preciosos de la lactancia, para mi de las mejores cosas de la maternidad; de esos momentos abrazadas y juntas, de esas miradas de agradecimiento y de amor de tu hija, de sentir que le estás dando más que alimento y defensas, de esos instantes en que se para el tiempo y solo estáis las dos.

No siento tristeza ni añoranza, nuestro tiempo de lactancia se acabo, hemos aprovechado al máximo y nos hemos dado tanto las dos que es imposible de explicar, me siento vacía de leche pero llena de amor y de recuerdos preciosos, me siento orgullosa de mi hija que va creciendo y va prefieriendo otras cosas como es lógico, me siento agradecida y afortunada por todo este tiempo antes del fin de la lactancia.