Ya hace unas semanas que se acabo el curso escolar, la peque por fin está de vacaciones, y lo estábamos deseando, el mes de junio se ha hecho muy largo y en general se notaba a los niños muy cansados,además es que hizo muchísimo calor esas semanas; quiero hacer un pequeño resumen de lo que ha supuesto el aula de tres años para mi peque y todos los cambios que ha habido durante el.
El curso no empezó nada bien en Septiembre para mi hija y siguió mal en Octubre, ya os conté algo de eso en la entrada Tristeza, sobre todo fue eso, una gran tristeza nos invadió a todos, con una adaptación que no piensa en los ritmos de algunos niños a los que les cuesta más que a otros, son adaptaciones que piensan más en los padres trabajadores y cuanto antes se haga y se incorporen a clase en horario normal mejor, siento si molesto a alguien pero lo veo así, en general la escuela la veo hecha así.
El caso es que a mediados de Octubre mi hija seguía angustiada, triste y con rabietas con las que necesitaba desahogarse; fui a hablar con su nueva profesora que me atendió muy amablemente y con la que llegue a llorar porque me sentía fatal por la situación, sobre todo muy impotente; le expuse que estaba pensando en sacarla de la escuela ya mismo, estuvimos hablando un buen rato y me dijo como la veía ella, acertó en todo,la conocía bastante bien y me dijo que necesitaba tiempo y que la iba ayudar mucho.
Y así fue en unas pocas semanas más el cambio fue notorio, la peque empezó a encontrar su sitio allí, la profesora les pone en clase por grupos para jugar,pintar, etc y ella se sentía mejor con sus compañeros de grupo, empieza a jugar con los que tiene más afinidad de carácter y sale más contenta; su profe a la que estaré agradecida siempre me va informando a la salida de clase sobre todo y así me fui tranquilizando.
Según han ido pasando los meses las cosas fueron mejorando, me contaba todo lo que hacía, con quien jugaba o como se sentía, una de las cosas que más le ha costado es hacerse al patio grande, allí se juntan todas las clases de infantil de de 3 a 5 años, mi hija es muy sensible al ruido y supongo que sería por esto, poco a poco también lo ha ido superando.
Siempre pienso en lo valiente que es, ella sola ha ido superando sus miedos, aunque sé que en realidad son demasiado pequeños para todo esto y ahí les dejamos a su suerte a principio de curso,un mundo desconocido que hasta a nosotros nos asustaría…
La ayuda de la profesora ha sido fundamental, pero también pienso que cada niño tiene su nivel madurativo para algunas situaciones como el separarse de su madre entre otras cosas y a la mía esto le ha costado horrores, como he dicho arriba toda una valiente que ha superado este curso.
Un curso que la ha cambiado en muchos aspectos, algunos se que han sido forzados como la separación y otros han venido de forma natural como hacer amigas con las que se siente feliz jugando y compartiendo muchas cosas; aprendizajes bonitos porque la escuela también le ha dado cosas buenas y momentos geniales a pesar de que hay tantas y tantas cosas que cambiaría allí dentro…
Así ha terminado el aula de tres años, estoy agradecida también de que me hayan dejado llevarla solo de mañana; ahora disfrutamos del verano y ya pensaremos en el curso que viene que se ya se qué le irá bien.